31 mayo 2010

TUS MANOS EN MIS HOMBROS

Tus manos apoyadas e mis hombros me hicieron recordar todas las veces que nos amamos.

Presionaste con fuerza y estremecí. Un calor intenso recorrió mi cuerpo de punta a punta, cerré mis ojos y disfrute. Te sentía cerca y percibía el mismo calor que emanabas, callado.

No hacían falta palabras porque siempre se entendieron mejor nuestras manos.

El deseo de que estés a mi lado una vez más no mermaba. Quería tenerte, respondiendo a tus caricias. Ambos sabemos que esta prohibido, que no debemos tentar al destino. Ha sido ingrata la vida con nosotros, al cruzarnos tarde en el camino.

No debí bailar con vos aquella noche ni vos dormir conmigo, abrazados, en aquel otro mundo tan nuestro, donde los dolores quedaban afuera y nuestras vidas reales apartadas. Sólo vos y yo frente a frente, amándonos sin control, sin frenos. La alegría duraba apenas un par de horas. Imposible evitar el sufrimiento de una nueva partida, de un reiterado adiós. Y dije tantas veces estar preparada para soltarte, para dejarte ir y en lo más profundo de mi ser habitaba la esperanza de un próximo encuentro.

Tus manos siguen ahí, apoyadas en mis hombros, los mismos que soportaron tantos desprecios, tantos llantos. Son tus hombros, yo también lo siento así.

Giro mi cabeza para mirarte y tus ojos me responden. Entendés sin que hablemos. No hay mucho para decir. Me dejas partir, un “mucha suerte” marca el inicio del fin. Quizás esta vez sea definitivo. Quizás esta vez bailemos en la memoria y durmamos en el recuerdo.

27 mayo 2010

VUELA, VUELA


El avión esta en movimiento rumbo al aeropuerto de Carrasco, Montevideo.

Los nervios del despegue me hacen masticar a mil por hora el chicle que ya sin gusto mantengo en la boca ¿por qué recuerdo todas aquellas películas donde caen aviones o son secuestrados? Que tortura a mi misma.

Como diría mi papá: aviones que caen una vez cada tanto y miles que llegan a destino.

Estoy nerviosa igual. A penas me senté, abroche mi cinturón y todavía teníamos media hora de demora ¿por qué siempre necesito estar atada? ¿Qué seguridad encuentro? Será algo para explorar en este viaje.

Estamos en posiciones para el despegue. Estudie a la perfección las salidas de emergencia, donde están los salvavidas, etc.

¿Sera cierto cuando me dicen fóbica? Quizás lo soy. Que manía de apagar las luces, tuve que encender la mía para continuar escribiendo.

Me toco el asiento del medio. Justo. Y yo con mi claustrofobia.

Despegamos. Sensación de estar en una hamaca. Me gusto. No fue tan grave pero ahora que por fin volamos, siento que se mueve demasiado baja y sube, sube y baja.

Me tendría que sentir como en casa, por fin estoy en las nubes, esta vez literalmente.

Es realmente precioso. Acá no esta nublado, se puede disfrutar el atardecer. Parece que vamos e cámara lenta.

Otra vez se mueve demasiado. Tengo la sensación de que en las nubes hay baches. ¿será para que extrañe menos mi país? Igual lo llevo conmigo y en el prendedor de la bandera argentina que me puse desde hoy para festejar desde Montevideo el Bicentenario.

19 mayo 2010

¿CONFUSIÓN A LA ENÉSIMA?


ESAS COSAS QUE PASAN EN LA VIDA, O MEJOR DICHO QUE ME PASAN SOLO A MI QUE ME METO DONDE NO DEBO Y ARME TODO ESTE LÍO QUE MI AMIGA ROCHITAS CONVIRTIÓ EN UN DIVERTIDO POST

Rochies dice:
Che Lu, Gustavo está cada vez peor...
LULUZIÑA dice:
¿En qué sentido?
Rochies dice:
Que parece que no zafa...
O que quedará sin habla o algo por el estilo...
LULUZIÑA dice:
Vas a tener que focalizar.
Rochies dice:
¿En
qué?
LULUZIÑA dice:

En quienes elijas para tener a tu alrededor.
Rochies dice:
¿Por ejemplo? El tema de Gustavo me pone mal en serio. Aunque nunca fue santo de mi devoción. Pero, mi brother, Nico...
LULUZIÑA dice:
Bien, eso te sirve. Te trata bien que es importante, te valoriza.
El que te tiene "in love", está pero no se puede tocar, “está en capilla” y con un charco enorme de por medio, vamos a ver como se porta ;)
Tu amigo te puede, y es tu amigo, va a estar toda la vida, con o sin sexo, tengas o no pareja fija, tengas o no hijos. Siempre va a estar. Gustavo, ¿sirve? No va a dejar a su novia. Te conoce muy poco si hasta es capaz de invitarte con tu amigo Luciano a una fiesta swinger. O sea, es más de lo mismo, no va a cambiar
Rochies dice:
Anoche se nos cortó, casi le prendo una vela a éste!
Tontaaaaaaaaaa, ¿qué entendiste? te hablaba de Ceratiiiiiiiiiii. Que se está casi muriendo. Me avisó mi brother. G, es Gabriel. ¡Si Claudio viviera, carajo! El sí que lo sacaba, era lejos el mejor neurocirujano...
Igual me gusta todo lo que recomendás. ¿Lo posteo?
“Confusión a la enésima”, sería el título.O bien, Luciana, ¿desayunaste?
LULUZIÑA dice:
Recién releo.
Rochies dice:
Hoy encima es el cumple de G, de Ga-briel. Armo un post ya.
LULUZIÑA dice:
¿Puedo seguir?
Rochies dice:
Dale

LULUZIÑA dice:

Lo tenés a nuestro amigo enamorado, no dañes su corazón.
Rochies dice:
¿A qué amigo?
LULUZIÑA dice:
Y después está el recuerdo de Claudio, dando vueltas por todos lados, que si bien el duelo se hizo en Montevideo ahora revive nuevamente en Montevideo con Juan Pablo, otro hombrecito en tu vida, que nos está dando cátedra. Y ni que nos lo hubiera mandado Claudio para que aprendamos a despojarnos, porque con la historia de ese pequeño hombrecito, creo que hemos aprendido y aprenderemos todos.
Nos enseña que la tristeza puede estar, pero el dolor no. Y que hay que aprender a diferenciar tristeza de dolor. La tristeza es cercana a la melancolía, a extrañar. Al egoísmo que sentimos cuando quisiéramos tener a un ser querido que partió al lado para siempre. El dolor es otra cosa, el dolor es el no duelo, no soltar, no dejar ir.
Rochies dice:
¡Te querés robar MI post!, cuando en realidat entendiste cualquieraaaaaaaaa, gusana.
LULUZIÑA dice:
Bueno, me inspiré che y la G me recuerda a Gonzalo :(
Rochies dice:
Te confundiste a mi G con Gustavo Ceratiiiiiiiiiiiiiiiiii, anda a cagar. Mirá que anoche le voy a prender una vela a Gabriel! Unicamente porque hoy es el cumpleaños, hoy es el cumple del saxito soprano
LULUZIÑA dice:
Por ende esto significa que para Gabriel no se me ocurre nada
"Que los cumpla muy felíz al lado de Karina, y que siga toda su vida sin jugársela, que las cosas dentro de uno se terminan pudriendo y nos llevan a las enfermedades.
Nada elevado lo que se me ocurre, como verás. Tu G me hace acordar a mi D y estoy enojada porque ayer no me llevó el estante a casa que pesaba cinco toneladas, y estaba con auto.
Rochies dice:
¿Algo así como que no te vayan a buscar al aeropuerto, o no te vayan a despedir al puerto? Te confundís. Capaz Claudio es tu D! Y no hagas espejo, anda al diván...
LULUZIÑA dice:
Claudio si se quedó con vos, y te hizo felíz...
Rochies dice:
Sí, muy, y también tuvo un hijo con Viviana y estuvo conmigo desde los 22 años hasta hace dos...
LULUZIÑA dice:
Si, bue...
Rochies dice:
Así que no me interrumpas, porque lo estoy armando.
Y ahora, ¿musicalizamos con Gustavo Cerati, o con los atípicos saxos de Gabriel?
Fuerza G ;)

03 mayo 2010

¿CUANDO FUE QUE ME ENAMORE DE VOS?

¿ CUÁNDO FUE QUE ME ENAMORE DE VOS?


¿Cuándo fue que me enamoré de vos? Sentados en nuestra casa, mirando pasar la vida fascinados, escribiendo. Aquello que nos unió. Nuestra pasión.
Se que estoy en un país lejano que me adoptó hace años.
Me siento en casa. Mis raíces vieron la luz en estas tierras y hoy haciendo el viaje inverso al de mí abuelo, me encuentro escribiendo estas memorias, mientras te observo. No puedo dejar de mirarte.
Aquel día, que te vi por primera vez, me enamoraron tus palabras. No te comprendía muy bien, luego supe que nuestras miradas se entendían, nuestro idioma en común.
Quizás no eras lo que yo esperaba, tal vez demasiado. Aquella tarde, te admiré desde primera fila. Vos ya eras el que sos hoy, yo una simple mujer con sueños por cumplir.
Te hable, en realidad te hablo ella, nuestro ángel. A penas te dejó una humilde tarjeta con mi nombre y debajo una palabra que la sentía tan grande, que llegaba a sonrojarme. Escritora.
Tres días juntos, a la distancia. Luego todo volvió a la normalidad, resignada, pero normalidad al fin.
Llego un mail, en italiano, le pedí ayuda a nuestro ángel para poder comprender. Quedé sorprendida. Una felicitación para una gran escritora que había logrado conmoverlo. Respondí de manera inmediata agradeciendo tan bellas palabras, que casi sin merecer, llenaban de orgullo mi alma.
Continuamos en contacto y siempre me impulsaba a que de ese gran paso, publicar.
Quiso ayudarme, confiaba en mí. Estaba seguro que sería una inversión y no una perdida de dinero como yo respondía a sus mails.
Finalmente convencida de aquella palabra que figuraba en la tarjeta, me animé. Todo salió mejor de lo que esperaba. Él regreso para acompañarme.
Me enamore, y lo mantuve en silencio. Sabía de las diferencias. Su pasado era más largo que el mió. Sin contar la distancia, que olvidábamos, gracias a la tecnología pero que indudablemente existía.
Flashes, firmas, asedio, persecución, a él y a mí. Por fin nos liberaron.
Cenamos juntos en la habitación del hotel, teníamos muchas cosas que contarnos. Disfrutamos del silencio, reímos y tomamos vino. Nos relajamos, leíamos las frases más lindas de nuestras creaciones.
Yo te amo, me dijo con esa mirada profunda que me hacia temblar.
¿Amor? Si apenas me conoces.
Te leí, te conozco. Se de tus sentimientos, descubrí tus miedos, hasta se lo que te hace reír. Te conozco, me enamoraron tus letras. Respiré profundo ¿Cuándo fue que me enamore de vos? Sonreíste, ese era un rotundo sí.
Le dimos descanso a las palabras y nos besamos con pasión y dulzura. Hicimos el amor. Tu ventaja, la experiencia. La mía, la juventud. Sin dudas había sido una combinación perfecta.
¿Cómo seguir? ¿Cómo poder avanzar con ese muro lleno de sus cosas y las mías?
Lo hablamos en la cama, tomados de la mano, temerosos a tener que soltarnos por nuestra propia culpa.
Decidimos probar y a la vez tener la libertad de estar con otras personas. Éramos concientes que la distancia y nuestras ocupaciones nos llevarían a estar meses sin vernos.
No pude estar con otros, no quise. Lo extrañaba a él.
Nos veíamos todos los días, gracias al programita mediador. Muchas veces me invitaba a cenar, pedíamos el mismo menú pero extrañábamos el contacto. La suavidad de sus dedos de pianista, aquellos abrazos contenedores.
¿Qué harías por mí? Me pregunto uno de esos días, en los que la melancolía nos empuja al límite de las dudas. Dejaría todo por estar a tu lado, respondí.
Entonces hacélo. Con esa frase me fui a dormir. Al mes siguiente tenía todo listo para escribir un nuevo capítulo en nuestra historia. Italia me esperaba.
Me instalé en su casa, luego de que me confesó, que él tampoco había podido estar con otras mujeres. Lo había intentado, más por una necesidad física que espiritual. Sentía que era infiel, infiel consigo mismo.
La casa era grande con un jardín inmenso, lleno de árboles que se veía desde cualquier rincón.
Sabíamos que no iba a ser fácil, las manías habían viajado conmigo. Las de él, habitaban cómodamente la casa. El amor nos ayudó.
Teníamos nuestros tiempos. Pasábamos semanas separados, viajando a distintos lugares del mundo. Entre presentaciones, reportajes y charlas las horas pasaban más rápido. Queríamos volver al hogar. Al encuentro.
Solemos escribir al mismo tiempo. Nos gusta guardar el secreto hasta el final de la historia. Luego intercambiamos escritos. Ansiosos, desesperados. Nos provoca risa nuestra actitud infantil.
¿Cuándo fue que me enamore de vos? Te pregunto para poner fin a aquellas peleas sobre cotidianeidades y se que viene el abrazo y los besos que quitan mi mal humor.
Me gusta escribir en el jardín y mirarte de reojo. Estas memorias no se publican. Estas se dejan escritas en el corazón y se que las lees.
Allí estas, con tu pierna cruzada, ese gesto de despreocupación que pones al escribir. Sentado en el sillón de cuero blanco, aquel donde la luz llega mejor. Te detenés, para luego, arrancar con más ritmo. Por momentos levantas la vista y se cruzan nuestras miradas, me queres decir algo. Lo se. Pero bajo mis ojos y continúo escribiendo. Es la última hoja, justo queda un renglón para poner la frase final de mi escrito. ¿Cuándo fue que me enamore de vos?