22 marzo 2011

FEBRERO DE CARNAVAL


Febrero era el mes en que la vida se teñía de anaranjado. Cuando las cosas malas dolían menos.

Esperaba ese mes con gran emoción.

La familia viajaba a Mar del Plata desde Navidad hasta fines de enero. Pero febrero era todo mío y lo compartía con los chicos del barrio.

Íbamos todos a espiar los preparativos que se hacían en el club San Lorenzo de

Almagro, para darle la bienvenida a las noches de Carnaval.

Avenida La Plata se vestía de fiesta. Grandes y chicos se conmocionaban.

Todos los años mamá nos cosía lindos disfraces a Marcelito y a mí.

Pero esa vez había decidido no ponérmelo.

Papá se enojó.

Mamá comprendía.

Sabía de la existencia de Julián, el chico más lindo del barrio. Tenía catorce y era todo un hombre. Yo, con dos años menos, me sentía tan poca cosa.

Le pedí a mamá que me hiciera el vestido que habíamos visto en una revista de modas. Tenía corte princesa y una amplia falda que formaba una campana gracias a la enagua.

Julián no me daba bolilla. Se la pasaba jugando al fútbol con sus amigos.

Yo me quedaba largo rato mirándolo, hasta que papá mandaba a Marcelito a avisarme que era la hora de entrar.

El sábado 19 de febrero fue el gran día.

Todas las familias se reunieron en San Lorenzo. Iba a cantar el ídolo. Mamá lo disimulaba, pero a ella le gustaba tanto como a mí.

Sandro. Sandro de América.

Para él también me había vestido linda, y como Julián no me miraba, decidí que quería ser la novia de Sandro.

Salió al escenario y yo, más enamorada.

Cincuenta mil personas lo aplaudían sin parar.

Eran las dos y media de la madrugada y recién cantaba la primera canción. Yo hacía esfuerzos para vencer al sueño.

La abuela y Marcelito no aguantaron y se fueron a casa.

Me quedé con papá y mamá, que bailaban sin parar.

Que lindas épocas. Pensar que meses más tarde se separarían.

Cuando cantó “Yo soy gitano”, todos gritamos incansablemente.

Fue con “Te propongo” que Julián se me acercó.

- Hola Amelia ¿todavía estás acá? – dijo haciéndose el galán.

Pensé muchas cosas. Primero, que estaba interrumpiendo a Sandro.

Después me di cuenta de que sabía mi nombre.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

- Sí, cómo no voy a estar. Amo a Sandro. – y como si hubiese dicho la peor barbaridad, me tapé la boca con las dos manos.

Le había confesado al chico que me gustaba, que amaba a otro. ¡Que torpeza!

En el escenario Sandro cantaba “Déjalo”, y mamá no sabía si dejarme mirar, porque comenzó a contorsionarse como si hubiese tenido una descarga eléctrica.

Las chicas lloraban y hasta se desmayaban.

Me olvidé que Julián me había hablado por primera vez.

Los acordes dejaban descubrir “Voy a abrazarme a tus pies”.

Sí.

Indudablemente estaba más enamorada de Sandro que de Julián.

Qué lindos los carnavales.

Qué mágico Febrero! Ése más que ninguno.

En un momento dado perdí de vista a mis padres.

Me asusté un poco pero enseguida vi a Don Manolo, el almacenero del barrio. El papá de Julián.

Él estaba a su lado. Se dio cuenta que me había perdido y vino hacia mí.

Quedamos lejos del escenario, pero “Penumbras” sonaba como si el ídolo la estuviera cantando al lado nuestro.

Julián se acercó más.

- Se que no soy el amor de tu vida, pero ¿querés bailar conmigo? – y extendió su mano en busca de la mía.

Acepté.

Bailamos hasta las cuatro de la mañana.

Sandro se fue sin que ninguno de nosotros pudiera ni tocarle la mano. Ya no me importaba.

En febrero de 1972 Julián me dio mi primer beso.

Fuimos novios todo el invierno y la primavera.

Con el verano llegó otro febrero y otros carnavales.

A Sandro no lo volví a ver.

Julián y su familia se mudaron lejos.

Papá terminó de hacer sus valijas.

19 comentarios:

Unknown dijo...

me encanto este relato de nostalgias que nos dejan los carnavales creciendo a fuerza de algunos colores opacos, besos

La chica de la farmacia dijo...

Cuánta ternura e inocencia descarga tu relato. Me encantó.
Me da nostalgia de otras épocas, de viejos amores de carnaval, con la música de Sandro de fondo (impagable).
Gracias por las emociones. Me quedo cantando Penumbras en esta primer mañana otoñal (por fin aparece).
Un beso grande.

Cecy dijo...

Me gusto tu relato.
Hasta se me piantó la emoción.

Un beso.

Ojosnegros dijo...

Un recuerdo precioso para guardado con mucho cariño en tu mente, lo cuentas como si fueras niña otra vez.
Seguro lo sigues siendo.
Besos.

Xiomara dijo...

Sandro volvía locas a las nenas con sus movimientos y su voz sensual...que lindo recorrido por tus memorias porque viaje con vos a través de tus letras Princesa ...te dejo mi cariño siempre aunque me cueste venir a comentar a veces pro mis ocupaciones ...besos

TORO SALVAJE dijo...

Como me ha gustado esta crónica de tus recuerdos.
Es como si estuviera ahí.
Precioso.

Besos.

MAR dijo...

ES QUE SANDRO ES SANDRO!!!!!!!!
QUE SENSUALIDAD,QUE CALETURA, PORQUE NO DECIRLO, ADEMÁS LAS LETRAS DE LAS CANCIONES Y COMO SE MOVIA, UFFFFFFFFFF, IDOLO.
PD
Yo como a los 13 tuve mi primer pololo y era mayor que yo 3 años y en ese sí se nota la diferencia, claro.
Muy buen post.
Un abrazo grande para ti.
mar

Unknown dijo...

Qué lindo leernos. Si te interesa, te dejo el enlace de un programa de radio en México sobre mis poesias y mi novela, Detrás de las sonrisas.

http://radiolince.blogspot.com/2011/03/contar-para-leer_23.html

MAJECARMU dijo...

Nos metiste en el relato y recorrimos contigo el pasado.
Muy bueno,amiga...El devenir de la vida,todo pasa y todo queda,como dijo el poeta.
Te dejo mi felicitación y mi abrazo grande,amiga.
M.Jesús

Janeth dijo...

Hermosa historia llena de recuerdos nostalgicos, lindos tiempos de juventud el primer beso como olvidarlo, vivir sintiendo Amor en el Corazón, es la Fuerza Mágica que nos conecta a lo invisible, todo lo que nos has narrado contiene una belleza exquisita,

Alezhi dijo...

¡Ay me encantó tu post!, no se si es algo inspirado en ti o es algo que simplemente se te ocurrió, pero la verdad me encantó todo, la manera en la que lo narras, está lleno de nostalgia,y es muy romántico.

Muy bonito :), saludos

Rochies dijo...

Nada de autobiografías. Pura creación literaria y con consigna. Esto va para los que escribieron más arriba ;)
Ya le dije personalmente, entremedio de croissants de una esquina de miércoles, que su tono, me devolvió a Cortazar en su cuento "Los venenos" del Final del Juego.

Dejame que te cuente dijo...

que bonito relato...
vivencias y recuerdos pasados dificiles de olvidar...
un abrazo

yure dijo...

me ha gustado mucho, todo un viaje por el romanticismo

Humberto Dib dijo...

Hola, llegué a tu espacio dejándome llevar por la casualidad, si querés, me gustó lo que escribís, así que voy a seguirte.
Si tenés ganas, date una vuelta por el mío.
Un cariño.
Humberto.

pepa mas gisbert dijo...

Todo el mundo debería tener un febrero para recordar.

Claudia P. dijo...

Bonitos recuerdos :)
Aunque algo tarde, vengo a agradecerte el comentario q dejaste en mi blog hace unos días :)

un beso!

P. Milton Paz y Bien dijo...

pero esa musica es sandro jjaj que vivia a tres cuadras de mi house jajajaj pero bueno me hizo recordar un pokitin jajaj

saludos buen finde

Itz Ramírez dijo...

Yo tb esperaba mucho de febrero :( mi gran día llego pero no fue grande...

Bellas palabras :)