Que lo disfruten y acepto criticas
Saludos
LuluZiña
EN EL BALCON DE LA FANTASIA
Esta sola. Pensativa, asomada a aquel balcón con pocas plantas, de persianas ya arruinadas que alguna vez fueron hermosas. Es primavera y una brisa le mueve el pelo sin llegar a molestarla. Su vestido estampado de flores resalta aquel paisaje.
Unos pisos más abajo aquel hombre entrado en años la observa mientras toma un café, tratando de olvidar sus problemas laborales para ir a enfrentar los familiares.
El viento lo deja ver un poco más allá, al jugar con el ruedo de aquel vestido que libera su imaginación. Ojalá no terminase nunca aquel café y pudiera ser eterno el instante.
Ella, inmóvil con la vista perdida en el horizonte como buscando ser otra, una que jamás lograría ser y soñando vaya a saber qué cosa, porque su alma esta naufragando otros mares.
Él imagina un instante a su lado. Ya no estaba sentado en aquel bar y su traje se había transformado. Se vio salir al balcón rodeando la cintura de aquella mujer con sus manos. Ella era muy joven aun sin embargo nadie notaba la diferencia de edad.
En ese mismo instante ella giro su cabeza hacia atrás, el primer movimiento luego de tantos minutos transcurridos. Pareció sentir que alguien la abrazaba, cerró sus ojos y se dejo llevar.
Él de regreso a su posición observó la escena y vio que ella podía percibir aquello que había sido producto de su fantasía. Creyó enloquecer, pensó que tanta cafeína estaba incidiendo en su salud. A pesar de esto, volvió a imaginarse a su lado para cerciorarse que todo era falso.
Se instaló nuevamente detrás de ella temándola de la cintura y comenzó a besar su cuello, no quiso entusiasmarse, recordó que tan sólo era una prueba.
Regresó a la realidad y vio a la joven inclinar su cuello y estremecerse de placer. Sintió regocijarse de aquel hallazgo y decidió imaginar más. Estaba seguro que ella también lo disfrutaba, sin embargo la muchacha jamás bajo la mirada, seguía perdida por alguna galaxia extraña.
Luego de los besos en el cuello la tomó de la mano y la condujo hasta el living aún se los podía ver tras la ventana. Comenzó con movimientos suaves a deslizar los breteles de aquel vestido desencadenador de fantasías, la besó recorriendo cada recoveco de su desnudez. Ella inmóvil parecía disfrutar pero jamás omitía palabra.
El atardecer afloraba y la atenuante de la luz natural no dejo ver lo que siguió. No hacía falta observar.
Aquel hombre cayó en la cuenta de que seguía sentado en la mesa de aquel bar y su musa en el balcón.
Sorprendido por el poder de la imaginación pidió la cuenta y decidió marchar a su hogar, en ese preciso instante aquella joven se fue alejando del balcón hacia el interior de su casa, el cierre de su vestido estaba bajo, él había olvidado aquel detalle.
Esta sola. Pensativa, asomada a aquel balcón con pocas plantas, de persianas ya arruinadas que alguna vez fueron hermosas. Es primavera y una brisa le mueve el pelo sin llegar a molestarla. Su vestido estampado de flores resalta aquel paisaje.
Unos pisos más abajo aquel hombre entrado en años la observa mientras toma un café, tratando de olvidar sus problemas laborales para ir a enfrentar los familiares.
El viento lo deja ver un poco más allá, al jugar con el ruedo de aquel vestido que libera su imaginación. Ojalá no terminase nunca aquel café y pudiera ser eterno el instante.
Ella, inmóvil con la vista perdida en el horizonte como buscando ser otra, una que jamás lograría ser y soñando vaya a saber qué cosa, porque su alma esta naufragando otros mares.
Él imagina un instante a su lado. Ya no estaba sentado en aquel bar y su traje se había transformado. Se vio salir al balcón rodeando la cintura de aquella mujer con sus manos. Ella era muy joven aun sin embargo nadie notaba la diferencia de edad.
En ese mismo instante ella giro su cabeza hacia atrás, el primer movimiento luego de tantos minutos transcurridos. Pareció sentir que alguien la abrazaba, cerró sus ojos y se dejo llevar.
Él de regreso a su posición observó la escena y vio que ella podía percibir aquello que había sido producto de su fantasía. Creyó enloquecer, pensó que tanta cafeína estaba incidiendo en su salud. A pesar de esto, volvió a imaginarse a su lado para cerciorarse que todo era falso.
Se instaló nuevamente detrás de ella temándola de la cintura y comenzó a besar su cuello, no quiso entusiasmarse, recordó que tan sólo era una prueba.
Regresó a la realidad y vio a la joven inclinar su cuello y estremecerse de placer. Sintió regocijarse de aquel hallazgo y decidió imaginar más. Estaba seguro que ella también lo disfrutaba, sin embargo la muchacha jamás bajo la mirada, seguía perdida por alguna galaxia extraña.
Luego de los besos en el cuello la tomó de la mano y la condujo hasta el living aún se los podía ver tras la ventana. Comenzó con movimientos suaves a deslizar los breteles de aquel vestido desencadenador de fantasías, la besó recorriendo cada recoveco de su desnudez. Ella inmóvil parecía disfrutar pero jamás omitía palabra.
El atardecer afloraba y la atenuante de la luz natural no dejo ver lo que siguió. No hacía falta observar.
Aquel hombre cayó en la cuenta de que seguía sentado en la mesa de aquel bar y su musa en el balcón.
Sorprendido por el poder de la imaginación pidió la cuenta y decidió marchar a su hogar, en ese preciso instante aquella joven se fue alejando del balcón hacia el interior de su casa, el cierre de su vestido estaba bajo, él había olvidado aquel detalle.
7 comentarios:
Eres buena narradora, sigue escribiendo, y sobre todo leyendo.
Un bonito cuento
La imaginación es una poderosa herramienta.
¿Quien sabe hasta donde puede llegar?
Me gusto muchisimo!!! Sobre todo porque creo en el poder de la imaginación, la mente viaja tan veloz que muchas veces se adelanta ...!
Te quiero muchooo y segui escribiendo!!!
besos
Vero.
Que buena sincronicidad de momentos. Cuantas otras de hecho ignoraremos por no tener la posibilidad de verlas ...
los recovecos de nuestras capacidades ocultas, nos dan días distintos y muchas veces no sabemos claramente como paso,
un hermoso relato,
besos
Hola
Me gustó mucho tu relato; lleno de colores y esencias, de caricias y miradas.
Complicidad a raudales que invita a seguir imaginando la complicidad que existe entre los protagonistas.
Un beso
Muchas gracias por tu visita a Cartas desde la distancia, tienes abiertas las puertas de mi casa.
Además veo mucho "conocido por aqui"; TOMAS, cHINASKI, ROSITAS.
ESPERO VOLVER Y PRONTO. :*)
El poder de la imaginacion y de los sueños, muy lindo tu relatos.
Besos.
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