04 febrero 2010

DEMASIADO TARDE PARA DECIR TE AMO (FINAL)

A Julián no lo volví a ver desde su confesión. Se había esfumado. Supuse que estaría buscando a Penélope.

Él no la amaba, de eso me había dado cuenta, pero quería muchísimo, la necesitaba.

Decidí no pensar más en aquella historia. Era inútil buscar respuestas, no las iba a encontrar. En definitiva ese no era mi problema.

El día que me preparaba para volver a Buenos Aires y retomar mi vida habitual, se acercó la doctora, aquella mujer que trabajaba como nadie en lugar. Necesitaba encontrar a Julián y pensó que yo podría ayudarla. Habían hallado a Penélope ya sin vida. El alma me llego a los pies. Luego de conocer todo lo que esa chica había luchado por vivir, por su amor, sentí que el destino le jugaba una mala pasada, estando a punto de lograr su felicidad. El río testigo de su vida entera, se la arrancaba.

¿Quién le diría lo sucedido a Julián? Decidí retrasar unas horas mi partida, debía ser yo la que le comunique la trágica noticia. Primero necesitaba encontrarlo. Hice averiguaciones, salí en su búsqueda, sin darme cuenta que había permanecido toda la noche en el colegio. Lo halle en un aula, sentado mirando un punto fijo, me acerque y sin permitirme hablar comenzó a contarme que ese lugar había sido muy especial para ellos. Había sido el aula de séptimo grado de Penélope. Ella siempre le contaba que era su mejor recuerdo, el comienzo de su vida adolescente. Supe que él se sentía cerca de ella estando allí. Me senté a su lado, y le comunique la terrible noticia. No se inmuto. Supuse que no había caído en la cuenta de que Penélope ya no iba a volver.

Lloró, me abrazó y me pidió que me fuera. Acepte su pedido pero le dije que me iba para siempre, debía volver a mi lugar. Sólo me miró y aquella imagen fue la que guardé, era lo más lindo que me llevaba de aquella catástrofe.

Abordé un avión y volví a casa. En esa semana visité a mis padres, les dije que los había extrañado mucho y que los quería. Llame a mis amigos, arregle un encuentro para recordar viejos tiempos. Por último fui a la redacción, me senté frente a mi computadora y comencé a redactar la historia de amor de la semana, la cual titule "Demasiado tarde para decir te amo".

Recibí millones de mail, y felicitaciones de mi jefa. Todos halagaban mi tarea.

Nunca pude sacar de mi mente la mirada de Julián el día que me despedí de él.

Ya pasaron seis meses desde mi partida. El agua en Santa Fe por suerte desapareció. Hablé con la doctora y me dijo que la gente comenzó a regresar a sus casas para volver a empezar. Antes de colgar me invitó a un acto homenaje en honor a las víctimas y a aquellos que ayudaron, yo no le aseguré estar, le dije que lo pensaría. No pregunté por Julián, en realidad no me animé.

Arreglé todo en Buenos Aires para poder viajar. Al llegar al lugar reconocí muchas caras, niños que habían sido rescatados, familias que lloraban a algún ser querido que las aguas le habían robado. También estaban aquellos que arriesgaron su vida por salvar a todo un pueblo, aquellos que había visto incansablemente velar por la salud de los ciudadanos.

Caminé por el río, estaba tan tranquilo como si nunca hubiera desbordado. Llevé rosas rojas, se las llevé a Penélope. Cerca de la orilla, parado frente a un árbol encontré a Julián, limpio y prolijo tal cual yo me lo había imaginado. Me acerque, él se percató de mi presencia. Supuse que ese había sido el árbol en el cual se habían visto por última vez, Julián había tallado en el, “TE AMO”. Ambos sabíamos que eso no era verdad. Pero para él esa era la única manera que el alma de Penélope descansara en paz.

Me miró a los ojos y me dijo que me amaba. Sólo sonreí y comencé a caminar, esperando que aquel río fuese testigo de otra historia de amor, la misma que seguro sería la nota de la semana en Enamórate.

FIN

8 comentarios:

Rochies dijo...

Impecable LULU.
¿Me lo une todo y lo tijereteamos en Salguero?

Alís dijo...

Es cierto. A menudo lamentamos tarde no decir a tiempo lo que sentimos. Lo peor es que no aprendemos.
Bonita historia, LuluZiña
Besos

TORO SALVAJE dijo...

Bien está lo que bien acaba.

Besos.

H. Chinaski dijo...

Buen final para una triste historia Luluziña

Ya lo dice el refran: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy"

Besos

LuluZiña dijo...

GRACIAS POR SUS COMENTARIOS!!!!!!!!!!! ES CIERTO NO HAY QUE DEJAR PARA MAÑANA LO QUE SE PUEDE HACER HOY.

SALUDOS A TODOS!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

tengo que ir a decirle un par de cosas a alguien.

ya vengo
:)

besos

Atlántida dijo...

Que cierto que a veces confundimos el amor con la necesidad o el cariño, pero no importa, a veces también amamos para sentirnos menos culpables.

La paciente nº 24 dijo...

¿Eres Luluziña? Yo busco a Luluziña, es que al pinchar en el nombre de su comentario en mi pasillo sólo aparecen las páginas que sigue y no la suya, así llegué hasta aquí y vi que Rochitas decía Lulu, entonces me pareció encantador que alguien se siguiera a sí misma, como una dulce paranoia. ¿Eres? Igual me quedo a leer tu territorio.