31 julio 2006

En esta entrada quiero que conozcan el resultado de mi pequeña investigación, seguida de una entrevista realizada a la coordinadora de Desalambrando Buenos Aires, Laura Eiven quien muy gentilmente nos mostro este mundo que muchos de nosotros tildamos de " raro" sin saber que nada nuevo ni novedoso se desarrolla dentro de él.
Desde ya mi agradecimiento por el tiempo cedido, y mi opinion al respecto de las parejas lesbianas ha cambiado en pos de aprender que el AMOR es solo AMOR, sea cual fuere su receptor y que por sobre todo detras de las personas lesbianas o gays existe UN SER HUMANO que merece ser respetado al igual que los demas y ser AMADO AL IGUAL QUE LOS DEMAS.
Aqui esta mi orgullo, mi nota la cual fue calificada con un 10 por los profesores de Taller de Redacción Periodistica.
Luciana


El dolor que no se ve


Los casos de violencia entre parejas lesbianas, no están contemplados en el sistema en el que la sociedad está inmersa.


La violencia doméstica entre parejas lesbianas, lleva consigo una doble carga.

La mujer, no solo siente vergüenza de haber sido agredida por su pareja, sino que además, debe afrontar el dar a conocer su condición de lesbiana, que la lleva a sentir una carga extra, que la mujer heterosexual no siente.

En Buenos Aires existe un programa de prevención y ayuda para lesbianas que sufren maltratos.

Laura Eiven coordinadora del programa de salud Desalambrando Buenos Aires argumento: “las lesbianas tapan su condición frente a su familia. Esto hace que el peso de la pareja sea mucho más fuerte. La pareja es todo”.

Ni los hospitales, ni los juzgados y mucho menos la policía están preparados para atender casos de violencia entre lesbianas. “muchas veces se mofan, dicen que son dos histéricas que se agarran de los pelos”. Contó Eiven.

Una estadística realizada en Estados Unidos en 1997 refleja que existen 3327 casos de violencia homosexual.

En Argentina, es difícil realizar una muestra científica, ya que las lesbianas son una población in visibilizada.

La violencia entre lesbianas seguirá oculta, en tanto la discriminación siga su curso.

Luciana Mauro


Ciclo de la violencia doméstica

El ciclo de la violencia tiene tres etapas: acumulación de tensión, episodio violento y arrepentimiento.

1) Acumulación de tensión

La primera etapa puede traducirse en constantes discusiones y/o cada cual haciendo la “guerra del hielo” es decir no dirigirse la palabra. La persona maltratada empieza a captar las señales, tratando de hacer cualquier cosa para evitar estos estados de tensión. De esta manera, la persona maltratada trata de cambiar su conducta para evitar futuras agresiones.
La repetición de esta fase se traduce en miedo por lo que sigue. Empieza a tener síntomas fisiológicos como aumento del ritmo cardíaco y temblor en las piernas y empieza a sentir un “nudo” en el estómago y la garganta entre otros.


2) Episodio violento

En esta etapa se termina la acumulación de tensión y ya no se responde a ningún control. En este estado la violencia puede ir desde empujones, golpes, insultos humillantes, manipulación psicológica extrema, uso de armas.
La violencia se detiene ya sea porque la maltratadora recapacita sobre lo que esta haciendo o porque la maltratada requiere de ayuda.

3) Arrepentimiento o “luna de miel”

Después de las agresiones, la maltratadora empieza a dar muestras de arrepentimiento por su conducta, se vuelve repentinamente cariñosa, ofrece regalos, esta más atenta. Planea recomenzar todo de nuevo, que nunca volverá a suceder y que con la ayuda de ella, las cosas andarán mejor.
La lesbiana maltratada ante estas demostraciones de arrepentimiento y afecto de su pareja, recobra la esperanza de que todo cambiará y siente la violencia sufrida como un episodio aislado y pasajero.

Así, baja su nivel de tolerancia frente a la agresión.
En relación a la maltratadora se observa que las oscilaciones en su conducta entre el cariño y la agresión, entre la indiferencia emocional y el apego, son claves en como las lesbianas maltratadas se entrampan en un círculo de violencia.

Eventualmente este estado de luna de miel tiende a desaparecer para comenzar nuevamente el ciclo.
Una lesbiana que sufre maltrato por lo general es
silenciada, aislada de amigos y familiares que puedan hacer de testigos o referentes, casi siempre esta asustada por ser culpabilizada del maltrato. El soporte afectivo es esencial para contenerla en su intento de pedir ayuda.

ARTICULO PUBLICADO EN DESALAMBRANDO BUENOS AIRES

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad q este informe es muy interesante y creo q sirve para q muchas personas sepan lo q realmente les está pasando a ellas q son tan personas como cualquiera de nosotras. La discriminación y la indiferencia no son un remedio para esta enfermedad. Éstas personas merecen ser ayudadas y q puedan vivir una vida más digna.
Lu, te felicito por este trabajo de investigación porque este problema debe salir a la luz y ser solucionado. ( bien puesto el 10 jaja) besitos.

Anónimo dijo...

Esta nota es muy interesante ya que mucho se habla de la homosexualidad pero poco se sabe en realidad. Considero que debe tomarse muy en serio este informe para saber que todos los seres humanos merecemos protección sin importar la sexulaidad que ejercitemos. No hay que olvidar que TODOS somos hijos del Señor mas allá de las elecciones de vida qeu tomemos. Gracias por compartir este gran trabajo.
Besos miles
Vero G.

Rochies dijo...

y hay personalidades que tienden a creer más en "la luna de miel", y no hablo sólo del maltrato físico.
me pregunto si el origen de todo no es acaso el poco amor por uno mismo...
su nota me deja pensando. MAS. Imaginese.

cris (tales) dijo...

me vine a tus comienzos. me siento muy cómoda leyendo tu blog.