27 marzo 2010

SEÑALES (El abandono II)

Esa mañana despertó y sintió su ausencia. Revisó la cocina, el living, el cuarto de los chicos.
Busco alguna notita, aquella que suele dejarle cuando sale sin avisar.
No había rastros de ella en la casa.
La atmósfera había cambiado, su perfume ya no se olía por los recovecos de aquél hogar.
Intuitivamente fue hacia el placard. La ropa no estaba, se quedó contemplando varios minutos aquel espacio vacío. Comenzó a invadirlo un sentimiento de soledad que lo abrumaba. Pensó en los chicos, en sus hijos, en los de ambos.
Preparó el mate y cayó en la cuenta que no tenía con quien compartirlo. Tantos años juntos, imposible imaginar una vida sin ella.
Buscaba respuestas. Retrocedió en el tiempo. No hallaba motivos para esa terrible decisión. La culpó pensando en otro hombre, no se le ocurrió que el problema fuera a ser él.
Una vez le había sido infiel, a pesar de amarla. La tentación fue irresistible. Supuso que jamás se enteraría, fueron apenas tres veces bien mentidas.
Últimamente hablaban poco, no pudo recordar la última charla.
Quiso vislumbrar algún indicio. Ese año había olvidado su cumpleaños pero ella lo absolvió de culpa y cargo con una sonrisa en su rostro. La sonrisa si la recordaba.
El aniversario, pasado por alto, no lo contó. Era moneda corriente, ella decía que no tenía importancia. Otras cosas hacían a la pareja. Otras cosas, ¿en esas había sido bueno? Aceptó que en este último tiempo había estado ausente. Ausente para ella.
Quiso volver a recordar la charla.
Dudó del amor, pero no justificaba el abandono. ¿El abandono de quién? No era lo suficientemente valiente para responderse.
Las diez de la mañana. Debía despertar a los chicos y alistarlos para ir a la escuela. Temía enfrentarlos.
Mientras le daba el beso de buenos días recordó por fin la última vez que charlaron. Una pelea. Salieron de su boca palabras que jamás debió pronunciar. Quedo tieso mientras los niños le repetían una y otra vez la misma pregunta ¿dónde está mamá?

24 marzo 2010

FUERON TODOS

En una guerra los culpables siempre son dos. En nuestro país sucedió algo similar.
La época del proceso estuvo signada por victimarios, de un bando u otro.
Tanto militares como montoneros cometieron actos atroces, asesinatos sangrientos, torturas.
Cada uno defendía su ideología, ambas desembocaban en un mismo fin, cambiar al país.
El paradójico objetivo dejo en el camino a las verdaderas víctimas, hijos y familiares de militares que morían en manos de los montoneros como forma de venganza, sin tener en cuenta que cada ser humano es dueño de sus actos y que la familia no responde por las canalladas que uno de sus integrantes pueda realizar.
Los militares llegaron a torturar y matar a personas que nada tenían que ver con la agrupación, que estaban libres de culpa y cargo, unos pobres perejiles, que de lo único que se los podía acusar era de figurar en agendas de militantes, o haber tenido la mala dicha de que su nombre fuera recordado por algún secuestrado, que en pos de salvar a sus compañeros mandaban al frente a cualquier conocido.
Y quizás las peores victimas de toda esta locura, los hijos expropiados.
Ellos no sólo perdieron a sus padres y fueron alejados de sus familias también borraron su su identidad.
La historia de nuestro país se esfuerza por encontrar un bueno y un malo.
Según los gobiernos de turno, las versiones van cambiando.
Lo que refleja la realidad y la distancia de los años que ya transcurrieron, es que sólo hubo malos. Los buenos forman parte de otro capítulo.
Fueron todos. Los actores materiales, los intelectuales, los que omitieron, los que no vieron nada. Toda esa generación fue culpable de la realidad en la que estaba inmerso el país.
Fueron todos los que escribieron las páginas de la censura, de la violencia, del desconocimiento.
El mayor error cometido por los militares, fue no darle un marco legal a la situación. Los desaparecidos no tuvieron oportunidad de probar o no su inocencia en un juicio oral, como correspondía.
A los militares les toco el turno años después con la llegada de la democracia. Fueron juzgados y condenados como corresponde.
¿Cómo pensamos reconstruir un país si seguimos con viejos rencores? ¿Qué le podemos enseñar a nuestros hijos? ¿Quiénes eran los buenos y quiénes los malos? Todas utopías.
El día que nuestro país deje de buscar culpables, victimas y comience a levantarse en base a los errores cometidos, quizás estaríamos más cerca de crecer.
Pero no sucede, porque a quienes nos gobiernan les conviene seguir alimentando el odio. El crecer implica a la maduración de cada individuo que habita suelo argentino, cuanto más sabes menos te manipulan ahora cuanto menos sabes… el resultado está a la vista, tan sólo abriendo la puerta de su hogar y echando un vistazo.
¿Pero qué queremos realmente nosotros, los que día a día estamos construyendo la historia que leerán nuestros bisnietos? No estamos seguros de que esto no pueda volver a ocurrir, todavía siguen en el poder las mentalidades anticuadas que desataron la locura.
Conciencia, eso es lo que cada uno debe adoptar para reformular sus ideales y todos juntos luchar con el mismo fin, cambiar el país.


NOTA: HOY 24 DE MARZO SE CONMEMORA EN NUESTRO PAÍS EL DIA DE LA MEMORIA

20 marzo 2010

EL ABANDONO

EL ABANDONO

Los hechos estaban consumados. Ya había empezado a vislumbrarlos. No era la misma.

Partió dejando a sus dos hijos y al hombre que supuestamente amaba.
Vísperas de la Pascua. Ese detalle no la detuvo. Necesitaba sentirse libre.

No importó el que dirán. Tampoco la huella profunda que dejaría en aquellos pequeños tan deseados y adorados.
Una simple discusión desencadenó una serie de sentimientos desencontrados. Se sintió poderosa. Había descubierto que en sus manos tenía el desenlace de todas aquellas historias.

Caminó sola por las oscuras calles sin sentir temor. Llegó a la estación, sacó un pasaje conciente de que no tendría retorno.
La irrealidad parecía apoderarse de su voluntad.
El micro partió dejando atrás las luces de la ciudad.

Clavó su mirada en la ventanilla queriendo ver a través de la oscuridad. Repasó una vez más los hechos vividos.

Recordó unas vacaciones cuando aún eran novios, el nacimiento de su segundo hijo, pasando por sus sentimientos de soledad para llegar a la pelea final.
Durmió un par de horas. Despertó con culpa pero sin arrepentimiento.
Su destino estaba cerca y el sol asomaba para marcarle el nuevo camino.
No sabía cuánto duraría esta aventura, quizás un par de semanas. Tal vez para toda la vida.

16 marzo 2010

INSPIRACION: DEDICATORIA ESPECIAL

Hola amigos!!!!! En esta oportunidad voy a hacer un impass en la publicación de LUCES para dedicar este post a un grupo de personas que trabajan en una oficina y que de casualidad llegaron a mi blog y tienen "Con solo mirarte" colgado en la pizarra de la misma. Muchas gracias!!!!!!! sepan que les estoy muy agradecida.

Saludos a todos

LuluZiña





INSPIRACIÓN


Lloro y las ideas me invaden .
Melancolía, me transporta al mundo mágico de las palabras
Angustia, dolor y escribo sin parar.
Lloro y escribo. No paro de escribir.
Todo tiene música, los personajes cobran vida.
Historias inconclusas. Manchones en papel. La tinta impregna mis dedos.
Lloro y mis lágrimas mojan las fantasías.
Doy vueltas en los colores y logro combinar las letras.
Lloro pero río a la vez.
Escribo.
Escribo.
Escribo.

07 marzo 2010

LUCES III: ENVIADO ESPECIAL

Paso un mes sin volver a escribir y sólo cruce un par de palabras con él. Estaba dolida y segura de que nuestro proyecto no iba ni para atrás ni para adelante, eso era otra de las cosas que más me dolían. Me sentía fracasada, él había sido la única persona con la que me había sentido cómoda. Una noche de domingo lo llamé. Estaba decidida a volver a escribir con él y olvidar todo lo sucedido. Estaba muy resentido conmigo, no quería saber nada con volver a escribir.
Lo perseguí durante toda la semana hasta que se canso de mi acoso y accedió a volver a escribir pero esta vez él ponía las condiciones. Acepte y allí volvió a comenzar todo.
Ese fin de semana, él quería irse al campo pero yo necesitaba comenzar a escribir. Insistí y la decisión final la tuvo él.

- Si querés escribir, vení al campo. – Dictaminó sin dejarme opción.


Acepté. Fuimos en su auto. Viaje cansador y poco divertido, era lógico que nosotros mantengamos una relación tirante después de tantas idas y venidas, pero lo importante era que empezábamos de nuevo.


- ¿Te sentís bien? no emitiste palabra
- Si, estoy bien gracias
- Llegamos.
- Bajemos las cosas y pongámonos a escribir
- Tranquila. Descarguemos las valijas, almorcemos algo, descansemos y volvamos a escribir
Todo fue armonioso compartimos un almuerzo campestre y luego de descansar nos sentamos en un frondozo árbol y comenzamos nuestro siguiente cuento pero esta vez decidimos hacerlo juntos.


ENVIADO ESPECIAL
Llegado el caso viajarían los dos. Una beca dada por la facultad les abrió paso para afianzar sus estudios. La beca era para ella, que tenia lo sueños a flor de piel. La segunda beca era para él. Tipo tranquilo, que su carrera le apasionaba pero prefería que lo hechos se den de apoco.
El sábado por la mañana partían.
Las situaciones entre ellos no se daban muy a menudo en la mayor calma, pero sabían que esta era la mejor oportunidad para que las cosas comenzaran a tomar otro color.
En el viaje intentaron conocerse mejor para poder trabajar en un clima tranquilo.
Ella intentaba poner su cabeza en el trabajo, él en cambio pensaba en cualquier otra cosa.
Por fin llegaron a destino. Comenzaron a filmar y a realizar las entrevistas a la gente del lugar.
Tres días, los más aburridos de su vida. Sólo lograron cosas sencillas pero nada que valga verdaderamente la pena.
El sabía que no tenían un buen material y se había comenzado a preocupar. Ella en cambio mantenía la calma, tenía una corazonada de que algo bueno iba a suceder, para coronarlos como los elegidos.
La mañana siguiente algo inesperado pasó. Ellos se despertaron con un estruendoso ruido. Tomaron sus cosas y salieron para averiguar lo que pasaba. Una bomba había estallado en un edificio muy importante de la ciudad.
Él comenzó a capturar imágenes, ella corrió en busca de información pero lo único que se veía era la desesperación de la gente que clamaba por ayuda. Todo se caía a pedazos, Él no sabía qué hacer. Su cámara permanecía encendida mientras ella hacía el reporte de lo que sucedía. Una mujer desesperada, nos pedía ayuda, no encontraba a su chiquito que había quedado dentro del edificio, el mismo que corría peligro de derrumbe y que había sido auto evacuado.
Ella, sin pensarlo, largó el micrófono y corrió hacia el edificio. Él reaccionó, dejó la cámara en el piso y entró con ella en busca del nene perdido.
Dentro del edificio no se veía con claridad. Ella comenzó a temer lo peor pero él a consolaba e incitaba a la búsqueda. El llanto del niño los regreso a la realidad. Ella logra tomarlo entre sus brazos y salen los tres victoriosos. La tarea no estaba concluida, faltaba finalizar el informe. Él agarró su cámara y volvió a entrar al edificio. Ella, desesperada, le gritaba que no valía la pena pero él no la oyó. De pronto se produce un fuerte derrumbe y el grito de ella resonó en toda la zona. Los bomberos comenzaron el rastrillaje en búsqueda del futuro periodista. Ella comenzó a rezar pero sus esperanzas estaban perdidas.
Después de la incansable búsqueda hallaron el cuerpo ya sin vida del camarógrafo. Ella internalizó una gran tristeza. Volvió al hotel, tomó el teléfono y tuvo la dura tarea de hablar con la familia de él para comunicarle lo sucedido. Luego comenzó a guardar las personales de él y las suyas. Por último terminó con los trámites necesarios. Estaba sumergida en una angustia profunda. Ese mismo día se encontró con el nenito al que habían logrado salvar y con su madre, que no dejaba de agradecerle. Un efectivo de la policía le hizo llegar algo que ella nunca hubiese imaginado, la cámara de su compañero, no le prestó atención pero la guardó. Tomó el primer vuelo que la llevaría a su casa. Al llegar se reunió con los padres de él para darle sus pertenencias y su madre entre el llanto y la desolación, le confesó el cariño y admiración que sentía hacia ella.
Cuando decidió ver que contenía la cámara rompió en llanto allí estaba su compañero, en medio de la tragedia dejándole un mensaje donde le confesaba que la amaba y le suplicaba que siguiera luchando por lo que habían ido a ese viaje y eso mismo hizo ella en su honor Fue el mejor trabajo del año y recibió gran cantidad de premios. Ella participó de todos los festejos y en cada discurso se acordó de su compañero y amigo. En la intimidad con sus seres queridos lo recordaba como ese gran amor que no pudo ser.
FIN