22 junio 2008

... Y LLOVIA, LLOVIA

Buenas a todos!!!!! Esta semana que paso estuvo signada por la lluvia, y eso me trajo varios recuerdo. Llovio el día que festeje mi cumple de 15 y tambien en el casamiento de mi amiga, de mi hermana Vero, y como esas historias tengo un millón más, porque parece que en mi vida, la lluvia tiene un papel protagonico.
Los dejo en compañia de varios recuerdo lluviosos.
Buena semana.

LuluZiña



CUANDO LLUEVE RECUERDA.....

Cuantos recuerdos me trae la lluvia, todo lo mágico que viví hasta el momento paso en un día de lluvia.
La historia de las piñas y la lluvia en La Lucila, me tuvo de protagonista. Terminaba 1998 y esperábamos con ansias el año siguiente. Muchos sentimientos se agruparon en mi corazón ese verano, conocimos a Mirko, eran mis vacaciones por primera vez merecidas, estabamos rodeados de amigos y como siempre digo allí aprendí a sentir esa sensación de ser adolescente. Ese verano crecí, y llovió más que nunca, fue mi mejor verano y cada vez que llueve me remonto a aquel tiempo.
La tecnología a parte de facilitarnos las tareas diarias nos acerca amigos. Esta amistad que nació de una admiración se forjo en la vida virtual, pero un día quisimos conocernos personalmente. Un amigo muy especial para mi, aquel que no me dejo bajar los brazos y me hizo seguir adelante con mi profesión, quien me ayudo en un momento difícil de mi vida y a quien le voy a estar por siempre agradecida. La cita era en la puerta de la redacción del diario Olé, una tormenta se desato en la ciudad pero esa mañana debajo de mi paraguas confirme una gran amistad que aun sigue intacta.
Mi primer beso fue bajo la lluvia, fue mágico, quizás no me lo esperaba o quizás si. En las telenovelas que veía desde niña siempre ocurría así el gran encuentro entre los protagonistas, bajo la lluvia.
Esta fue una tormenta intensa, pero uno de mis mejores recuerdos. Nacía un gran amor, de ahí en más todos los momentos importantes que viví con él fueron en días de lluvia. Peleas, reconciliaciones todo fue presenciado por la lluvia. Hoy lejos de aquel sentimiento tan perfecto, cada vez que llueve los recuerdo con un gran cariño y como un sueño cumplido.
Por eso cuando llueva, recordá aquellos momentos tan preciados que descansan en el alma y que fueron signados por un día de lluvia.



MAS HISTORIAS DE LLUVIA....

Me imagino que no hace falta decir qué recuerdos me trae la lluvia... Corría el año no me acuerdo cuanto, porque soy malísima para las fechas, pero si no hice mal los cálculos yo todavía no había empezado el secundario, que por más que me cueste, debo reconocer ya fue hace 9 años!!!! Re-contra CHAN! Verano, día nublado, si no hay playa andar en bici puede ser una buena opción. Lo malo es que te agarre la lluvia volviendo a tu casa una vez que devolviste la bici en la bicicletería y llegas empapada hasta los huesos... Por qué no habremos esperado a que pare un poco!!?? Supongo que no nos imaginamos que se iba a largar semejante temporal, sin contar con las piñas que no paraban de caer de los árboles. Y la frutilla del postre: llegar a tu casa, pensando que ahí íbamos a encontrar refugio, pero no... Nos esperaba Silvia, con un par de secadores de piso y la casa inundada de bote a bote. Qué tiempos! Y cuánto tiempo pasó? Podría escribir un libro contando momentos de los queridos veranos en La Lucila, y haciendo una analogía del dicho, siempre tendremos La Lucila!
Mavi Sanguineti

Como no podía ser de otra manera mi recuerdo esta relacionado con San Lorenzo. Fue hace un par de años cuando Tiro Federal todavía jugaba en Primera. Eran las últimas fechas del campeonato y San Lorenzo no peleaba por nada( ni por entrar a una copa). Con la lluvia torrencial desde la salida del Nuevo Gasómetro hasta que terminó el partido en la cancha de Newell's( donde Tiro hacia de local ) no paró de llover un sólo segundo. Además del torrencial, lo otro que recuerdo es que eramos tres gatos locos... pero así somos los hinchas del Ciclón ... ¡¡¡¡en las buenas y en las malas hasta el fin!!!!
Te podrás imaginar el viaje de vuelta a Capital Federal!!! todos mojados y muertos de frío!!!
Bueno una simple anécdota de lo que representa el Ciclón en mi vida y de lo que representó la lluvia en ese momento.
Xime Souto

Hay un recuerdo que tenemos las dos el primer año en la Lucila cuando corrias con Mavi y les caían las piñas en la cabeza, cuando llegaron se secaron ,nos habíamos sentado para jugar al SCRABEL y no pudimos porque comenzó a inundarse todo adentro.Otra que me acuerdo es también en la Lucila en el año 2000 una tarde de mucha lluvia daban la película Abracadabra y vinieron Mavi y Daniela para verla y yo fui saltando todos los charcos y pisando barro a comprar las facturas.Y un sueño que tengo es alguna vez estar en una cabaña en Bariloche cerca de la montaña sentada al lado de una ventana con la chimenea tejiendo viendo los cerros nevados, porque es lo que me da felicidad y paz, si yo quiero sacarme algún mal pensamiento me pongo a pensar en esos paisajes y se me pasa. Me olvidaba de una vez cuando era chica, mi mamá me había comprado facturas para que lleve a la casa de mis amigas las Rodriguez para tomar la merienda, y yo me fui con mi paraguitas y el paquete muy contenta.
Silvia Fernández
Estaba muy nerviosa, iba a tener mi primera cita con él. LLovía mucho esa noche, pero nos íbamos a ver igual.Me vino a buscar y salimos a cenar. Charlamos un montón durante el viaje al restaurant y en la cena, mientras afuera seguía lloviendo. Nos conocimos un poco más porque si bien nos habíamos visto en otras ocasiones, jamás nos habíamos hablado. Fue una noche hermosa, y eso que no soy muy amante de la lluvia. Brindamos por nosotros, por habernos conocido, por estar juntos esa noche. De camino a casa seguimos charlando. Yo la estaba pasando muy bien y no quería que se termine el viaje. Hasta que llegamos a la puerta de mi casa, detuvo el auto y nos despedimos. Fue un beso mágico, lleno de ternura, un beso que acompañaba a la lluvia y que no quería terminar.

Gis Seoane


Lugar Villa Gesell, campamento "El Pinar", verano del ….???, no me acuerdo, era joven, con mis dos inseparables amigos Tito y Oscar veraneábamos en esta tranquila y joven (Ja, en ese entonces) playa de la costa bonaerense, como siempre en carpa.
Ese verano conseguimos dos carpas, una enorme para 10 personas (éramos 3) y una mas chica, armamos las dos, la grande para dormir y la chica de cocina, acomodamos los tres colchones, (si entendió bien TRES COLCHONES) ha si, no andábamos con chiquitas, ¡¡en carpa pero con todas las comodidades!!.
Pues bien, luego de un trabajoso día para el armado, una buena canaleta para que no entrara agua, el terreno alisado, todo bien acomodado adentro (Tito siempre fue muy prolijo). Llego el momento de salir a divertirnos, y allá vamos, con el auto (a si, nada de mochileros, vio?) al centro de la ciudad, a jugar bowling, una de nuestras pasiones.
Ahí estábamos los tres y las tres (bueno eramos jóvenes, vio?), jugando, bola va, bola viene. En un momento se me ocurre mirar para la calle, y asombrado veo tras los ventanales del lugar, en apariencia una inmensa capa de humo blanco que no me permitía ver la vereda, ¿Qué raro me dije, a esta altura de la noche, todavía no había bebido mas que un Gin Cola? Ver veía bien. "Oscar, mira para la calle que raro, no veo la vereda" le dije, "vamos hasta la puerta, me dijo", mientras Tito hacia su mejor strike de la noche.
Abrimos la puerta, y nos quedamos perplejos al ver que el humo imaginario no era otra cosa que una terrible tormenta de agua y viento, muy pocas veces vista. "LAS CARPAS" gritamos tan fuerte, que Tito en la otra punta del salon, largo la bola al piso, y corrio tanto que se llevo puesto al mozo con su bandeja llena de bebidas.
Llegamos como pudimos en medio de la tormenta, dentro del auto no se veia nada, entramos al Pinar y ya se presagiaba lo que veníamos imaginando en el camino, ahí estaba nuestro "departamento de un ambiente grande y cocina" navegando en el campamento cuan velero en medio de la tormenta, nuestros colchones se asemejaban a los botes salvavidas de un barco hundido, flotando por todo el terreno. Nos quedamos dentro del auto hasta que paro, y luego??, ¡¡la reconstrucción!!.
Había que dormir, Tito y yo decidimos que el auto era un hotel 5 estrellas, dada las circunstancias, Oscar en cambio durmió en su "colchón de agua", pensando tal vez que un futuro, este seria un articulo de lujo (no se equivoco).
Al orto día, un tiempo hermoso, sol radiante. Y llego el momento de secar los colchones, y ahí andábamos los tres abrazando goma espuma, imaginando que eran chicas bajo la ducha.
Esta fue la experiencia mas recordada de "un día de lluvia."
Horacio Mauro

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