29 junio 2008

LUEGO DE UN SUEÑO, ESCRIBI...

Buenas a todos!!!!!!!! Otra vez me encuentro subiendo una nueva entrega a este espacio que ya compartimos entre muchos.
En esta oportunidad el Aconcagua es el tema central.
Quiero agradecerle a Rodolfo Manes por aceptar someterce a mis preguntas y dar aquellas respuesta que hicieron que esto se convierta en una historia y no en un simple reportaje estructurado.
Si quieren pueden ver fotos que el mismo tomó estando en el Aconcagua en : http://www.manespro.com/

Buena semana para todos.

LuluZiña



CENTINELA DE PIEDRA

Tuve un sueño, estaba en presencia de una de las más imponentes creaciones de Dios: el Aconcagua.
Allí donde la comunión con la naturaleza llega a su punto justo, donde uno se enfrenta consigo mismo e investiga su alma hasta llegar a descubrir lo que buscaba. Pude visulizarme allí. Cuando el sueño culmino supe que debía saber más acerca de que le pasa a un hombre cuando esta más cerca del cielo.
Trate de que muchas personas que habían realizado semejante hazaña, me contaran su experiencia. Y así de la nada apareció Rodolfo Manes, un argentino que el 31 de enero de 1998, y siendo las 13:10hs hizo cumbre en el Aconcagua. Compartió la cima con un par de mendocinos, un catalán, un grupo de alemanes y un cura de Barracas quien celebró una "misa" en aquel "altar". La alegría y la emoción que compartieron fue el idioma que los unió. Estas declaraciones me alentaron a querer saber más acerca de que se necesita para lograrlo.
"Con fe se encara cualquier tipo de desafío, este es un deporte muy espiritual. Todos podemos subir, sólo hay que tener buena salud, dos piernas y determinación. Ser responsable es más importante que entrenar"...
"...Han logrado cumbre personas ciegas, expediciones especiales, con problemas de cáncer y demás cuestiones que fundan un motivo de interés particular".
Sin duda, el espíritu y la seguridad que Rodolfo me trasmitía era algo que a mí me faltaba, pero estaba dispuesta a seguir buscando.
No pude dejar de pensar en el miedo. ¿Qué se sentirá sabiendo que cabe la posibilidad de morir en aquel respetable lugar?. Pero Manes siguió dándome más indicios de su fuerza espiritual.
"Si tenes miedo de morir no hay fe en lo que haces. Ser precavido es fundamental, ser consciente de todas las posibles consecuencias.
Me toco ver accidentes graves cada vez que fui. Personas fallecidas, pero nunca llegue a exponerme para pasar una situación semejante. Igualmente no tendría temor. ¿Por qué temer? Al contrario. Valerse por si mismo, cuidarse y cuidar al otro es parte y motor de esta experiencia, es otro de los sentimientos difíciles de explicar, de gran satisfacción que producen una sensación inigualable".
Hasta acá, estaba sorprendida por la enseñanza que recibía de las manos de este escalador anónimo del Aconcagua. La cumbre esta a 6.962mts a nivel del mar, ¿qué sentiría Rodolfo al ver realizado su objetivo?
"Primero tiras la respuesta fácil: es inexplicable. Pero voy a ir más allá. Depende mucho del clima, si te deja disfrutar más o menos la cumbre, luego de ser invadido por una inmensa emoción, cuando uno se logra sobreponer a toda esa majestuosidad, sólo pensas en la etapa que sigue que es bajar a salvo. Aquello que se pueda sentir, pensar, describir y disfrutar, seguramente sucederá al otro día después de comer, de dormir y de que se vayan los dolores. Todo esto no ocurre parado ahí, expuesto al clima y tan solo ante el mundo".
Las cosas no son siempre como uno las sueña, y este era claro ejemplo, yo me había visto, parada en la cumbre sintiendo millones de emociones, sin dolor, sin hambre, sin sueño. Tan despabilada que podía permanecer horas allí arriba. Nada tan lejos de la realidad.
Una experiencia así, seguramente provoca un antes y un después en la vida de una persona, pero Rodolfo me siguió sorprendiendo.
"Si no hubiera ido, no me cambiaba nada. Es indudable que habiendo atravesado por aquella experiencia, me toco asumir y nutrirme del significado que pude decodificar, es como todo, no solamente de una montaña sino de cualquier vivencia".
Mi charla iba llegando a su fin, deje de lado mi sueño y tome conciencia de una realidad, la misma que tuvieron que atravesar Rodolfo Manes y tantos otros que tomaron la decisión de escalar el Aconcagua.
No sé si nací para realizar esta experiencia, debo reconocer que me encantaría, pero para ello debo trabajar mucho en mi autoestima, en mi fe y en la confianza en mi misma. No estoy sola, muchos de ustedes juegan en mi mismo equipo, pero lo que hoy nos contó Rodolfo, nos da la pauta de que si queremos algo y fijamos el objetivo, TODOS podemos ser capaces de lograrlo.
Para darle un fin a esta historia le pedí a Manes que me regale una reflexión para aquellos que no conocemos el Aconcagua íntimamente.
" Este deporte tiene objetivos muy individuales, para encontrarse a sí mismo. Se puede perseguir algún fin, un logro redituable en dinero o no, pero en Aconcagua no hay que ir por desafíos, no se trata de ganarle nunca, no es la forma, íntimamente hay que desear estar y respetuosamente pedirle permiso para llegar. De esta forma uno aprende la manera de pedir y después de lograr la cumbre, se encontrara la manera de agradecer. Creer o no. Al menos así lo hice yo, y la montaña me dejo subir.




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Baw, kasagad-sagad sa iya ubra blog!

Anónimo dijo...

LUCIANA: denuevo te digo que tuve la sensación como que te he contado en persona todo, como que has estado en alguna charla mirando mis fotos, es impresionante como has captado mi mensaje, tenes una fabulosa manera de contar historias. NO CAMBIES NUNCA TU SER. aqui mostras un encantador rincon de tu alma. mis saludos

Anónimo dijo...

Hola Lu. Pasaba por aquí. Linda nota. Acordate de los pobres cuando haces las notas de tapa de alguna revista top.

Anónimo dijo...

Amiga! al leer tu nota fue como sentir una bocanada de aire de la cima del Aconcagua. Cada linea me hacía escalar un poco más y hasta llegar a esa cima inalcanzable para mi y tan cercana con tu nota.
Me encanta ponerle realidad a los sueños porque los hacen mas palpables menos ideales y mas cercanos.

Te felicito y te admiro.

Vero.

Anónimo dijo...

Lu esta nota hace sentir como que uno esta o estuvo allí, a través de tu relato uno va imaginándose ese hermoso paisaje y te da esa paz que a veces en la capital falta tanto. Gracias por escribir cosas tan hermosas, no cambies nunca esa forma de escribir, más que escribir de expresar todos esos sentimientos que tenes guardados en tu alma.
Te quiero mucho y en poco tiempo voy a tener algo escrito, que obviamente no va a ser como lo tuyo, pero bueno es de corazón.
Besos.
Veru.-

Rochies dijo...

Excelente reportaje, y me robo estas frases para ser aplicadas en otros ambitos de la vida.

Valerse por si mismo, cuidarse y cuidar al otro es parte y motor de esta experiencia.
Con fe se encara cualquier tipo de desafío, este es un deporte muy espiritual. Todos podemos subir, sólo hay que tener buena salud, dos piernas y determinación. Ser responsable es más importante que entrenar